martes, 12 de marzo de 2013

CARTA DE APOYO DE Dª ISABEL REY




Desde muy niña, la música fue para mi una necesidad tan importante como la de comer cuando sentía hambre. Mis juegos estaban llenos de música, mi ilusión era poder vivir en la música, haciendo música, escuchando música. Con la ayuda de mi familia y de los maestros que tuve en el Conservatorio de Valencia, mi ciudad natal, pude conocer a muchos otros jóvenes que compartían mi necesidad de vivir la música a todos los niveles.

Muy pronto sentí la necesidad de enseñar, de mostrar la belleza de este arte a los que me rodeaban, a mis compañeros de colegio, a mis amigos del barrio. Muchos entraron en este universo emotivo preñado de cultura gracias a mi pasión musical.

      He trabajado mucho para intentar que la educación musical se universalice de nuevo (antiguamente se consideraba una materia tan importante como la física o las humanidades), para que mejore y sea patrimonio real de todos en este país y en otros.

Los seres humanos tenemos la necesidad de rodearnos de belleza, de arte desde la época de las cavernas. Hacemos las cosas buscando esa belleza, esa estética. Escogemos todo lo que nos rodea a diario en función de estos parámetros del arte: nuestra pareja para la vida, nuestra vivienda, nuestro coche, nuestra vestimenta…
¡En ocasiones ,incluso a nuestros políticos!

Los Conservatorios, no son lugares donde unos pocos “iluminados” entramos en un mundo reservado a una minoría. Los Conservatorios son centros donde se enseña un arte, el arte de hacer Música. Pero no es éste un arte aislado, entronca con muchas otras artes: la poesía, la literatura, la pintura… El arte musical tiene una relación íntima e indivisible con la historia, con el mundo espiritual, con la religión… La Música es hermana de las Matemáticas, de la Física… La Música es el centro de las Humanidades…

El estudio de la Música desarrolla el cerebro de nuestros jóvenes y mantiene joven el de los mayores que la practican. El estudio de la Música despierta en las personas la empatía, potencia las relaciones sociales, y el estudio de distintos idiomas, abre la mente, abraza el alma.

La Música nos vuelve solidarios, alivia nuestro dolor; el emocional y el físico, según los últimos estudios científicos.

El futuro reservado al Conservatorio de Mérida es una catástrofe. Vivimos como vivimos gracias a la educación y a la Cultura.

La inversión económica en el mundo cultural jamás será deficitaria. Invertir en la formación intelectual de los ciudadanos es una obligación de los gobiernos. Un país con un nivel cultural e intelectual alto de sus ciudadanos es un activo que convierte ese país en una Nación fuerte, capaz, en una Nación con futuro, con capacidad de decisión.

         Esa es la fuerza de la Cultura. De las Universidades. De la Música.

         Esa es la fuerza del Conservatorio de Mérida.

         A quien corresponda:

     Salvemos el Conservatorio de Mérida y a las personas que dependen de él. Todos necesitamos que siga abierto en condiciones óptimas para desarrollar su labor. Yo lo necesito.  Y en realidad, Uds. también. Por favor, actúen en consecuencia.


         Muchas gracias por su tiempo.


         Isabel Rey. Soprano, escritora y profesora de canto




No hay comentarios:

Publicar un comentario